viernes, 12 de febrero de 2010

Historia de LV - la Harpía que volvió


El Fondo Peregrino lleva desde el año 1988 trabajando con el Águila Harpía. Gracias a su labor, esta especie es ahora más conocida y querida en Panamá. A pesar de todo, todavía hay quien dispara a las águilas harpías.

LV, una hembra de tres años de edad, bautizada así por la anilla que porta para identificarla, fue disparada en el distrito de Darién, cerca de la frontera con Colombia. Con un ala rota, esta águila se encontraba invalida, perdida y condenada a muerte. Afortunadamente, alguien la sustrajo del inevitable destino (tal vez el mismo cazador), la recogió y se comunicó con ANAM, el organismo gubernamental de protección de las áreas naturales en Panamá. ANAM llamó al Fondo Peregrino y a partir de ahí nos encargamos de los cuidados del animal.

Después del tratamiento de sus lesiones y un tiempo de recuperación, se pudo liberar felizmente, esta vez en el Parque Nacional de Soberanía, en la cuenca del canal de Panamá. Tengo que agradecer a Fernando González y a Heather Neville sus recomendaciones durante la rehabilitación. Siempre están ahí cuando tengo dudas (lo cual sucede muy a menudo).

A lo largo de los meses se ha podido comprobar que LV es una magnífica cazadora. Bajo sus garras (las harpías poseen las más potentes del mundo) ya han caído perezosos, tamandúas y monos aulladores entre otros. De hecho cuando fuimos a capturarla para cambiar su transmisor, casi un año después de su liberación, pudimos encontrar un cadáver fresco de Mono Capuchino, aun caliente, con una preciosa herida punzante en la base del cráneo. LV estaba cerca. Después de unas pocas horas, una hembra juvenil de Águila Harpía de 7kg de peso, viajaba en el vehículo del Fondo Peregrino, rumbo a Ciudad de Panamá.
 
 Rigoberto Aripio buscando señales de harpías - LV lista para ser transportada hasta el vehículo

Equipada con un nuevo y reluciente transmisor satelital, LV mora de nuevo los bosques de Soberanía, muy a pesar de los coatís y perezosos de la zona, que tiemblan ante la mera presencia de esta bestia emplumada de armas afiladas que no perdonan.

La pregunta es: ¿qué puede llevar a nadie a disparar a esta auténtica belleza, en la actualidad convertida casi en el símbolo más reconocible de las selvas del neotrópico? Nuestro primer pensamiento tal vez sea: "ignorancia"

En el Fondo Peregrino también se hicieron esa pregunta. Pero la respuesta que encontraron, después de estudiar a fondo la especie y a las comunidades que conviven con ella fue: miedo y curiosidad. Ciertamente ambas respuestas están relacionadas con el desconocimiento, pero al mismo tiempo ofrecían una nueva vía para abordar el problema. Tenían que enseñar en las comunidades locales, que las águilas no son peligrosas para el hombre y que son más valiosas vivas que muertas.

Gracias a un duro trabajo de años, casos como el de LV son cada vez más escasos en Panamá. Pero si algo sabe una persona dedicada a la educación ambiental, es que su labor es interminable. Se trata de una tarea constante, muchas veces ingrata, pero que si se abandona, nos arriesgamos al retorno al miedo y a la curiosidad mal entendida. Es por ello que debemos apoyar a las organizaciones que cuentan con la educación ambiental como una de sus bazas mas importantes. Por ejemplo a ONGs como RARE, pionera en educación ambiental y con proyectos en todo el mundo.

Corremos el riesgo de perder no solo a LV, sino a su descendencia, su linaje, y a toda la estirpe de magníficas, majestuosas, asombrosas, irrepetibles... águilas harpías.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, Vamos mejorando!! Me agrada tu nuevo Blog. Saludos!!

piesligeros dijo...

Bueno, la apreciación que haces sobre el poderío de caza de esta ave es evidentemente bastante subjetiva (¿como no serlo?) si fueses un mamífero arborícola de porte medio-pequeño con seguridad celebrarías cada disparo hacia una de estas águilas. Fuera de la tremenda belleza que estos animales inspiran, es necesario hacerle a entender a las personas que cada ser vivo merece respeto "per se", por lo que representa en términos de riqueza biológica y por el nicho ecológico que ocupa. Desde mi punto de vista, el problema no es solo la ignorancia la que mata, peor aún es el sistema que con sus tasas de voraz consumo se come a la selva poco a poco. El problema es el terrible individualismo, el antropocentrismo y el consumo deliberado (mas allá de las necesidades elemntales)promovidos por el sistema político-económico que predomina en el mundo. Lo que necesitamos además de educación es un cambio de ideología, hacia una cultura del respeto a la vida, y eso implica directamente un cambio en nuestra forma de vivir y actuar. De la pérdida de la biodiversidad en el planeta, es tan culpable el que le dispara con una escopeta 22 a un animal en algún trópico del mundo, como el que con su estilo de vida primermundista alimenta el sistema de explotación y degradación del planeta. Saludos y adelante que un mundo mejor... ...es posible!

Cristina dijo...

Me ha chocado lo de la "preciosa herida punzante"... o querías decir precisa ;P