Una de las buenas noticias, realmente muy buena, es que al grupo se ha unido un macho salvaje de primer año que juega con nuestros halcones. Con cuatro hembras para elegir es muy posible que se pueda establecer una pareja que se asiente en las proximidades. Además es probable que el macho pueda haber influido en el aprendizaje de nuestros halcones (los machos empiezan a cazar antes) habiendo suplido en parte el papel de los padres ausentes.
Entre tanto, halcón va, halcón viene, pude hacer un pequeño viaje a Crooked Tree. Un humedal reconocido por el convenio internacional RAMSAR de humedales. El viaje hasta allí tiene miga, en total seis-siete horas. Primero tienes que conseguir que alguien te lleve hasta el pueblo donde puedes coger un autobus. ¿Recordáis Tatooine, la ciudad de la Guerra de las Galaxias con el bar donde hay gente de cientos de razas de toda la galaxia? Bien, pues así es San Ignacio. Sin duda donde se da la mayor mixtura de razas y culturas en todo Belice: hispanos, negros, garifunas, mayas, chinos, menonitas, indios, mochileros de Europa y USA, mestizos... La religión merece mención aparte en Belice: católicos, evangelistas, mormones, adventistas, presbiterianos, budistas, taoistas, mayas, animistas... en una limitada población de apenas 300.000 almas en todo el país, un auténtico cacao, vamos.
En San Ignacio coges el autobús hasta Belize City. Hay que decir que en Belice disponen de un servicio de transportes bastante más avanzado que el nuestro. Para empezar no necesitan monitores ni sistemas de altavoces en las estaciones. Unos niños te rodean preguntandote a donde vas y te conducen al vehículo correspondiente, invariablemente un antiguo autobús escolar yanki. Importante: siempre, repito... siempre, hay un autobús con tu destino a punto de salir. Sencillamente esperan a que el autobús se llene con el motor encendido, lo cual no suele llevar más de cinco o seis minutos. Tampoco tienes que comprar billete, una vez el autobús está en marcha viene un tipo que te pregunta a donde vas y te cobra (también puede suceder que no te cobre, a mi me ha pasado). Si hay alguna parada larga en una ciudad, el autobús es invadido por niños que te venden plátano frito, tamales (una especie de pasta hecha de maíz con carne o vegetales en el interior), hamburguesas, refrescos, zumos... Vamos a dejar aparte el tema de la explotación infantil, aunque Guatemala es bastante, bastante peor. Si tienes suerte la radio no funciona. En caso contrario unos altavoces cascados, a todo volumen te someten a un repertorio de salsa, pop latino, raggamuffin (especialmente terrible), reggaeton y distintas variantes que nada tienen que ver con el reggae. Normalmente hay paradas "oficiales", pero si necesitas bajarte en algún lugar concreto das un par de golpes en el techo y listo. Como veis un sistema mucho más avanzado que el nuestro.
Después de dejar la capital continúo rumbo a Crooked Tree. Aquí pasé un par de días viendo aves, donde de nuevo me sorprendieron las águilas pescadoras. Pude estar tan cerca de una como para sacarle unas fotos con la cámara y los prismáticos mientras se comía un pescado. A la vuelta tuve que hacer el camino desde San Antonio, el pueblo más cercano, hasta Hidden Valley Inn andando.
Cinco horitas de subida...buff!
