La luna llena desde el campamento se ve espectacular
HVI está situado en el interior de un pinar relicto de Pinus caribaea, único en Centroamérica. El Mountain Pine Ridge es un importante foco de endemismos debido a su alta elevación y a su peculiar geología. Dentro del Mountain Pine Ridge, por cierto, es donde Francis Ford Coppola tiene su propio “lodge”, Blancaneaux Lodge, que es lo más caro del mercado. Tiene su propia pista de aterrizaje para todos los millonetti que vienen a pasar el fin de semana, así que os podéis hacer una idea.
Pero el mayor lujo de HVI son, sin duda, los senderos que lo rodean. Transcurren entre multitud de arroyos y pozas, cascadas y selva. La zona es conocida por ser un enclave importante para el Halcón Pechinaranja, el Zopilote Rey, El Búho Estigio y el Jaguar.
¿Un bañito en la Cascada de las Mariposas?
Los senderos a veces se internan en una espesa selva lluviosa

King Vulture Falls está a poco más de media hora caminando de Hidden Valley
Marta y Erin están controlando un nido de Halcón Pechinaranja
Hace un par de semanas Erin y yo pudimos visitar las ruinas mayas de “Caracol”, situadas en el margen sur del Mountain Pine Ridge. En su punto álgido, la ciudad estado de Caracol tenía una población de unas 150.000 personas, mas de la mitad de la población total de Belice en la actualidad. Esta antigua ciudad rivalizaba con la ciudad de Tikal, que aparentemente, después de varias guerras, fue tomada por Caracol, lo cual da una idea de la importancia e influencia de Caracol en el mundo maya.

Vista de la Plaza B, desde lo alto del Palacio del Cielo, la estructura creada por el hombre más alta de todo Belize
Al otro lado se abre la selva...impresionante
Este basilisco estaba cavando un hoyo en medio de las ruinas. Nos vio... y siguió cavando
Desgraciadamente, hoy en día no se puede visitar Caracol de cualquier manera. Es necesario formar parte de un convoy custodiado por varios coches militares. Los últimos años los asaltos a los coches de turistas eran tan frecuentes que el Gobierno beliceno tuvo que restringir el acceso. Mientras íbamos a Caracol, el guía nos contaba como había sido asaltado por los bandidos armados con machetes, llevándose absolutamente todo lo que podían, coches incluidos.
Nosotros no vimos ni rastro de los bandidos. Por esta vez, tuvimos suerte.