¡¡¡Por fin al otro lado del charco!!!

Podría nombrar unas cuantas cosas que me han impresionado a mi llegada a Guatemala:

Los niñitos cargando con azadas y machetes, trabajando en el campo; los tremendos aguaceros de la estación lluviosa, que como vienen se van; las chabolas de la periferia de Guatemala City, cubiertas siempre de Zopilotes (buitres); el tipo del hotel que cuenta como la noche anterior mataron a no se que tipo a balazos; la humedad y el calor que te absorben; los rituales (con gallina incluida!) y las ruinas mayas...


Pero para no ser originales, me quedo con Tikal. Las ruinas mayas están inmersas en una enorme reserva de selva lluviosa... lo más impresionante que os podais imaginar. La vegetación desbordante, lo cubre todo, mientras te pasan por encima saltando y rompiendo ramas los monos araña, aves de colores brillantes cantando por todos lados, algún coatí buscando algo que comer entre las ruinas, o la visión fugaz de los venados colablanca que se internan en la espesura. Todo esto y por supuesto mucho más... es increible.





Ahora mismo estoy en Belize, en un complejo turístico de lujo, rodeado de cascadas y bosques... pero dejaré algo de tiempo para sacar algunas fotos y pegarlas en el blog.