lunes, 17 de septiembre de 2007

Adios Belice, adios...

Bueno, todavía no. Me queda una semanita por aquí, así que habrá que exprimir los senderos día y noche, bañarse en las cascadas y hacer lo imposible por ver al jaguar (se resiste el muy cobarde, solo he podido oírlo). Esta noche iremos a dar una vuelta con un foco a ver si hay suerte.

Los halcones van muy bien. Ya están cazando aves pero es muy difícil seguirles la pista para ver donde están cazando, como se están comportando, donde duermen por las noches. Para facilitar el seguimiento uno de los managers de Hidden Valley Inn (Peter, un austriaco que ha vivido la mitad de su vida en Bermuda donde fue campeón de ski acuático y tenía una tienda de antiguedades... un auténtico personaje) nos consiguió un quad con el que podemos recorrer los caminos del Mountain Pine Ridge y hacer un poco el cabra.

Este Carpintero no sabe lo que se le viene encima


AB con su primera presa, un Carpintero Bellotero (Melanerpes formicivorus)


Nuestra Joven halcona, AM, la luna de fondo


Ya he puesto alguna foto de Halcón Reidor, pero es que son tan chulos...

Una de las buenas noticias, realmente muy buena, es que al grupo se ha unido un macho salvaje de primer año que juega con nuestros halcones. Con cuatro hembras para elegir es muy posible que se pueda establecer una pareja que se asiente en las proximidades. Además es probable que el macho pueda haber influido en el aprendizaje de nuestros halcones (los machos empiezan a cazar antes) habiendo suplido en parte el papel de los padres ausentes.

El joven macho buscando en el cielo alguna de nuestras hembritas

Entre tanto, halcón va, halcón viene, pude hacer un pequeño viaje a Crooked Tree. Un humedal reconocido por el convenio internacional RAMSAR de humedales. El viaje hasta allí tiene miga, en total seis-siete horas. Primero tienes que conseguir que alguien te lleve hasta el pueblo donde puedes coger un autobus. ¿Recordáis Tatooine, la ciudad de la Guerra de las Galaxias con el bar donde hay gente de cientos de razas de toda la galaxia? Bien, pues así es San Ignacio. Sin duda donde se da la mayor mixtura de razas y culturas en todo Belice: hispanos, negros, garifunas, mayas, chinos, menonitas, indios, mochileros de Europa y USA, mestizos... La religión merece mención aparte en Belice: católicos, evangelistas, mormones, adventistas, presbiterianos, budistas, taoistas, mayas, animistas... en una limitada población de apenas 300.000 almas en todo el país, un auténtico cacao, vamos.

San Ignacio, el "Tatooine" de Belice

En San Ignacio coges el autobús hasta Belize City. Hay que decir que en Belice disponen de un servicio de transportes bastante más avanzado que el nuestro. Para empezar no necesitan monitores ni sistemas de altavoces en las estaciones. Unos niños te rodean preguntandote a donde vas y te conducen al vehículo correspondiente, invariablemente un antiguo autobús escolar yanki. Importante: siempre, repito... siempre, hay un autobús con tu destino a punto de salir. Sencillamente esperan a que el autobús se llene con el motor encendido, lo cual no suele llevar más de cinco o seis minutos. Tampoco tienes que comprar billete, una vez el autobús está en marcha viene un tipo que te pregunta a donde vas y te cobra (también puede suceder que no te cobre, a mi me ha pasado). Si hay alguna parada larga en una ciudad, el autobús es invadido por niños que te venden plátano frito, tamales (una especie de pasta hecha de maíz con carne o vegetales en el interior), hamburguesas, refrescos, zumos... Vamos a dejar aparte el tema de la explotación infantil, aunque Guatemala es bastante, bastante peor. Si tienes suerte la radio no funciona. En caso contrario unos altavoces cascados, a todo volumen te someten a un repertorio de salsa, pop latino, raggamuffin (especialmente terrible), reggaeton y distintas variantes que nada tienen que ver con el reggae. Normalmente hay paradas "oficiales", pero si necesitas bajarte en algún lugar concreto das un par de golpes en el techo y listo. Como veis un sistema mucho más avanzado que el nuestro.

En Belize City tienes que bajar para coger otro autobús hasta Crooked Tree. Como decía, Belize City es caos, mugre y ruido. La popularidad del crack tampoco hace que te sientas más seguro. Las casas están construidas con materiales de muy mala calidad, tablones y chapas, sobre los que se deposita la porquería. Están elevadas del suelo mediante pilares de madera para evitar que el agua entre durante las habituales inundaciones. En el espacio entre la casa y el suelo se acumula la más completa variedad de objetos multi-funcionales (lease basura). Las puertas, normalmente desencajadas, dejan entrever los tremendos interiores de las viviendas. En el interior se adivinan sofas destrozados, colchones de goma-espuma y rincones llenos de oscuridad. Fuera las mujeres lavan la ropa en grandes palanganas o descansan en desvencijadas mecedoras viendo pasar la vida.

La puerta lo dice todo: ¡Belice es el infierno!

Después de dejar la capital continúo rumbo a Crooked Tree. Aquí pasé un par de días viendo aves, donde de nuevo me sorprendieron las águilas pescadoras. Pude estar tan cerca de una como para sacarle unas fotos con la cámara y los prismáticos mientras se comía un pescado. A la vuelta tuve que hacer el camino desde San Antonio, el pueblo más cercano, hasta Hidden Valley Inn andando.

Cinco horitas de subida...buff!


Águila pescadora en Crooked Tree


Tángara encinera (Piranga flava)


Mielero patirrojo (Cyanerpes cyaneus)


El impresionante Búho Estigio (Asio stygius), uno de los búhos más escasos en el mundo, se puede ver en el Mountain Pine Ridge

domingo, 2 de septiembre de 2007

Cayo Caulker

Después de dos mesecitos por aquí creo que ya era hora de tomarme unos días libres y conocer algo más de Belice aparte del Mountain Pine Ridge. Así que aprovechando que Aldo, el otro voluntario que viene de Mexico, me cubría me fui a la costa caribeña.

Belice posee la segunda barrera coralina más grande del Mundo, después de la gran barrera australiana. Formada a partir de una base de piedra caliza que subyace en la mayoría de las tierras mayas, da origen a numerosas islas llamadas cayos, Cayes en ingles (se pronuncia “Keys”, llaves en inglés). Fui a Cayo Caulker, uno de los destinos favoritos para los turistas y también de los más baratos.

El ambiente en Caulker es absolutamente relajado. Es fácil relacionarse con los paisanos, que hablan indistintamente inglés, español y Kriol. Normalmente mezclan los tres idiomas, así que hay que tener el oído bien atento. Aparte de los que se dedican al turismo y la pesca (no hay otra actividad económica en Caye Caulker) podemos encontrar a algunos rastafaris, personajes y demás gente indefinida que se dedican a rondar por las calles, charlar con el primero que aparezca, beber ron y fumar sustancias de dudosa legalidad. Como se ganan la vida es un misterio que no he podido descubrir.

En Caye Caulker la observación de aves y otras actividades no están reñidas

Todo en Caye Caulker gira en torno al submarinismo y al snorkel. Hice dos salidas de snorkel. La primera con uno de los nativos que me recomendaron, Carlos Tours. Si alguno tiene la oportunidad de venir a Belice no debe perderse esta excursión. Lo primero que vemos es una Tortuga Boba (Caretta caretta) y Carlos nos dice que al agua todos. La tortuga, preciosa, es confiada y se deja acercar bastante.

Al ladito pasa una manta-raya, flotando sobre la vegetación. Aquí el agua tiene una profundidad de dos metros, como mucho. Es completamente transparente y cálida, pudiendo estar horas en el agua sin pasar ningún frío.

Subimos de nuevo a la barca y vamos al segundo destino, nos acercamos al arrecife de coral. Por el camino unos cuantos delfines mulares nos hacen compañía. Aquí podemos encontrar miles de peces de todos los tamaños y colores, los pequeños poseen unos colores especialmente brillantes.

La tercera parada está preparada para nadar con los tiburones nodriza. Al principio intimidan pero son inofensivos si no les molestas demasiado. Aún así se dejan tocar, tienen una textura áspera en el lomo y aterciopelada en el vientre. Nadar al lado de estas criaturas es toda una experiencia. Las fotos submarinas no son mías, claro, las tomó Carlos.

El que está detrás del pez con el bañador de surfero hortera soy yo

El resto del día se pasa rápido merodeando por la isla y viendo una abundante cantidad de aves, especialmente ahora que estamos en migración y las orillas están llenas de limícolas.

La que más me impresionó fue el Águila Pescadora, diferente a las que podemos ver en Europa, la cabeza completamente blanca. Planea a baja altura por encima del pueblo ante la indiferencia de la gente, buscando algún pez en las aguas poco profundas.

Una de las águilas pescadoras de Caye Caulker

Por la noche quedo con unos austriacos muy majos que conocí en la salida al arrecife. Cenamos en la playa, en una pequeña barbacoa, langosta fresca del día. Buenísima… y barata. Al día siguiente pude probar la barracuda. Aún mejor que la langosta.

La segunda salida me llevó todo el día. Tenemos tres paradas. La primera es el famoso “Blue Hole”, una antigua caverna de la edad de hielo que tiene más de 120m de profundidad. Aquí pude ver a los tiburones grises desde el barco pero cuando me tiré al agua los perdí. Aun así mereció la pena. El coral que rodea al Blue Hole es precioso y está lleno de peces.

Una foto del "Blue Hole" en este enlace:

http://www.nationalgeographic.com/photography/galleries/belize/photo2.html

Haríamos dos paradas más para ver vida marina pero lo mejor está en la isla de Half Moon Caye. Este pequeño cayo alberga una importante colonia de Piquero Patirrojo (Sula sula), pero también se pueden ver las Fragatas y Águilas pescadoras. La isla es un auténtico paraíso.

Al día siguiente vuelta al Mountain Pine Ridge y paso obligatorio por Belice City. Esta es la ciudad más sucia, caótica y… apestosa que he visto nunca. Por no hablar de los índices de criminalidad que están por las nubes. Y sin embargo tiene un encanto especial…para disfrutar por solo unos minutos y marcharse. Eso hice.

Amanece en Cayo Caulker