viernes, 23 de noviembre de 2007

Siguiendo la estela al Prestige

En Los Angeles no ha sido para tanto, pero en San Francisco llevan más de 1000 aves atendidas por el derrame de petroleo ocurrido en la bahía. Un petrolero se estrelló contra el golden gate. Que digo yo, si el golden gate no es suficientemente grande para que no lo vieran, o a lo mejor fue la inercia que les llevó irremediablemente a colisionar con uno de los pilares. Test de alcoholemia negativo... ya veremos. El Governator (así llaman aquí al gobernador de California) está que trina por lo visto. La especie más afectada ha sido el Negron Careto (Melanitta perspicillata), pero también zampullines y diversas especies de patos.

http://www.ibrrc.org/Cosco_Busan_spill_2007.html

Casi en la otra punta del mundo un petrolero derramaba más de 2 millones de litros de petroleo en las aguas del Estrecho de Kerch, entre el Mar Negro y el Mar de Azov. Dos responsables del IFAW (una de las fundaciones que colabora con el IBRRC) se desplazaron para contemplar la posibilidad de intervenir y crear un centro de rescate para las aves petroleadas. Parece que el lugar está bastante apartado y las comunicaciones son complicadas, con lo cual una gran respuesta como la que hubo en el Prestige es bastante dificil de realizar.

http://www.ibrrc.org/russia07_spill_response.html

Aparte de este derrame ha habido otro derrame "misterioso" enfrente de la costa de Santa Cruz (entre San Francisco y Los Angeles). Unas 100 aves han sido atendidas por el momento, la mayoría en el centro de LA. Así que hemos estado algo ocupadillos (eufemismo) esta última semana. A pesar de todo y de las bajas ocurridas durante el transporte, se ha terminado la crisis con éxito. La mayoría de las aves serán liberadas después de todo el proceso de estabilización y lavado (creedme, no es sencillo). Algo de información y fotos de aves ya limpias y cogiendo fuerzas en las piscinas.

http://www.ibrrc.org/Moss_Landing07_mystery_spill.html


Negrón Careto, limpito, limpito

Estos también se van a ir limpios a su casa, una pareja de zampullines cuellinegros (Podiceps nigricollis)

Brandy y Neil capturando achichiliques comunes (Aechmophorus occidentalis) para tomar muestras de sangre

Brandy mostrando su destreza en el manejo del Achichilique

Ayer mismo liberamos a cinco negrones caretos y un Colimbo Grande (Gavia immer) en un embarcadero cercano al centro. Los que hayan oído el canto de un colimbo podrán confirmar que es algo que no se olvida, te cala en el interior y te hace estremecer, tal es su belleza.

Colimbo en plena exhibición después de ser liberado



Negrones caretos en pleno proceso de liberación

Antes de dedicarme a rebozarme en petroleo pude hacer un pequeño viaje a Morro Bay. Un lugar muy bonito, muy tranquilo y con cantidades considerables de aves acuáticas, aparte de nutrias marinas, leones marinos y los gigantescos elefantes marinos. Después de tres días de relax me tope de morros con la crisis en el centro así que no he tenido tiempo de revisar todas las fotos. Ahí va una muestra.

Grupo de cormoranes orejudos, cormoranes sargento y cormoranes pelágicos en medio de un baño de espuma. Las nutrias no se ven pero están por ahí

Un Ostrero Negro...

Dos ostreros negros

Un León Marino...

Dos elefantes marinos...

...y unos pocos más!

¡ohhhhh!

jueves, 1 de noviembre de 2007

De la Selva al Desierto

Joshua Tree National Park

Mi experiencia con la aduana en Charlotte contrasta ampliamente con el trato que he recibido en California. Que se puede decir cuando todo el personal y voluntarios del IBRRC (Centro Internacional de Rescate e Investigación de Aves) te atienden tan bien y ayudan en todo lo posible... me invitan a cenar, me llevan a conciertos (los Black Crowes, increibles) y hasta a ver pájaros! De hecho como el Centro no dispone de ningún lugar para dormir me alojo en casa de Terry, que va dando techo a quien quiera que lo necesita. Todo lo que pueda decir es poco en este sentido.

Fue un cambio bastante brusco pasar de estar monitorizando en el campo los halcones a realizar un trabajo bastante más activo como el de un centro de recuperación. Ahora voy cogiendo el ritmo, pero han pasado casi dos años sin trabajar en un centro y se nota bastante. Cuando llegué no había demasiados ingresos pero ahora el trabajo diario se está animando con las aves invernantes que van llegando a California.

El IBRRC tiene dos centros de recuperación fijos, en San Francisco y en Los Angeles, aparte de otro en Alaska que solo activa en caso de derrames de petróleo. Aparte de contribuir al rescate de la fauna local, el personal capacitado del IBRRC se suele desplazar a cualquier lugar del mundo en casos de derrames de petroleo, como el del Prestige en España. Tenéis más información en esta página: http://www.ibrrc.org

Trabajan casi exclusivamente con aves marinas y acuáticas en general. Por el momento he tenido la suerte de haber trabajado con piqueros enmascarados, avetoros o colimbos... y aprender de primera mano de auténticas máquinas de la rehabilitación de este tipo de aves, que son muy difíciles de manejar y que requieren unas instalaciones y cuidados muy especiales.

Piquero Enmascarado (Sula dactylatra) bajo anestesia

Con Heather, la veterinaria, operando mano a mano un ganso... apostamos a ver quien acababa antes. Perdí, claro. Puristas abstenerse hacer comentarios acerca de pijama, bata o similares... la camiseta de Led Zeppelin es perfecta para cirugías

Después de todo el ganso pudo contarlo

En mis días libres tengo la oportunidad de conocer LA y alrededores. Es una suerte que a los internos nos dejen un coche porque es prácticamente imposible moverse por la ciudad (o fuera de ella) si no dispones de uno. Calles enormes, distancias enormes... también coches enormes, que lo invaden todo. Se usa el coche continuamente y apenas ves gente caminando por las calles (excepto cuando pasas por el centro de LA y ves a un montón de sin techo).

Hollywood Boulevard, el sumum de la horterada, con sus estrellas, sus huellas en el teatro chino, sus soldados imperiales...

En la costa he podido visitar Santa Barbara, con sus famosos embarcaderos y su aire mediterráneo, algunos edificios de aire colonial, herencia del pasado español.

Santa Barbara, buenos tacos y enchiladas por aquí

Rayadores Americanos (Rynchops niger) en el puerto de Santa Barbara. Deslizan la parte inferior del pico en el agua hasta que detectan un pez

Esta misma semana he podido impregnarme del paisaje desértico de Joshua Tree, uno de los parques nacionales más famosos de Estados Unidos. Recibe su nombre del árbol Yucca brevifolia, Árbol de Josué en español, y está circunscrito dentro del desierto de Mojave.

Aquí es cuando me entró nostalgia de mis tiempos de molinero

Disfrutando de la carretera en el interior del Parque Nacional de Joshua Tree

El desierto te regala algunos paisajes espectaculares, las fotos no hacen justicia desde luego

Perdido en medio del desierto con mi jeep... que felicidad!

uy, se me olvidaba poner esta foto

martes, 9 de octubre de 2007

Travesía: Belice - Mexico - USA

Primer plano de un "Cathartes Aura", muy abundante en todo América Central


Ha pasado algún tiempo desde la última entrada pero es que los últimos días en Belice fueron algo ajetreados, después estuve cinco días con la mochila a cuestas por México y luego otra semana adaptándome a la vida en Los Angeles, una jungla bien distinta a la de Belice.

La última semana en Belice la dedicamos a trampear a los halcones para cambiarles los transmisores, que ya estaban quedándose sin batería, y poder seguirlos durante otros tres meses. Aldo se quedará dos meses más y harán sobrevuelos con avioneta (malditos!!!) para poder localizarlos cuando se dispersen .

El trampeo era teóricamente fácil, ya que los halcones acuden a comer casi todos los días al hacking. La trampa consistía en poner lazos alrededor de las codornices con las que seguíamos alimentando a los halcones. Un día tras otro fueron cayendo los halcones, exceptuando a AK, que se escapó y no ha vuelto a aparecer hasta la fecha. Una vez en la mano, Ángel y Marta procedían a cambiarles los transmisores, está vez serían en la cola. Aquí os dejo otro enlace más de las notas de campo del Peregrine Fund, esta vez es mía! pero con ayuda en la traducción de Marta, claro.

http://www.peregrinefund.org/notes_category.asp?category=Orange-breasted%20Falcon%20Project

Marta intentando tranquilizar a AM para ponerle el nuevo transmisor


Angel terminando de ponerle su nuevo transmisor

Los días transcurrían lentos, ya que los halcones se hacían de rogar. Los últimos días pudimos ver a placer a una pareja de Águilas Blanquinegras, una preciosa rapaz, que sospechamos fue la responsable de haber depredado a AD, el primer halcón que perdimos. Ya me iba preparando para la despedida, con la lagrimita contenida cuando vi por última vez a mis halcones. Esta estuvo a punto de salir cuando después de la última cena en HVI me hicieron un regalo con una tarjeta firmada por todo el personal... creo que apenas mantuve el tipo.

La bella Águila Blanquinegra (Spizastur melanoleucus)


Al día siguiente rumbo a Belize City con los managers y Aldo, mi querido compañero (se que lloró en la despedida pero su orgullo de macho mexicano le impide aceptarlo). Después autobús a Chetumal, México... que diferente el trato en la frontera mexicana con el de aduanas en USA, ya os contaré. En Chetumal apenas una hora y rumbo a Tulum. Esta es una ciudad bastante turística, centrada principalmente en sus playas y en las ruinas mayas, las únicas al lado del mar. Después de haber visto Tikal y Caracol, las ruinas de Tulum son más que decepcionantes. Tendría que esperar a Chichén Itza, al día siguiente, para poder asombrarme de nuevo con la grandeza de los templos mayas. Antes de dejar Tulum aproveché para nadar en la playa de Akumal. Arrecifes de coral, cientos de especies de peces y tortugas marinas por doquier es lo que se puede ver aquí. Cuando llego a Cancún... desastre! me doy cuenta que no tengo la cámara. O bien la perdí o me la robaron, el caso es que nunca jamas la encontré.

Ruinas de Tulum, de las pocas fotos que conservo de México

Fueron muy pocos días en México, pero la sensación que me dejó es que tenía que volver cuanto antes, la gente es encantadora, la comida buenísima y precios de alojamientos más que asequibles. Hay mucho que ver en México.

Mi llegada a USA fue espectacular. En Charlotte tenía dos horas de transbordo para mi vuelo a LA. Nada más llegar te encuentras con una enorme cola en aduanas, una para extranjeros y otra para residentes. Estuve 45 minutos en la cola, cuando pasé por una de las mesas y después de entregar ese papelito verde donde afirmo entre otras cosas que no soy un terrorista internacional, me toman foto y huella digital. La señora con tono recio y poco hospitalario me pregunta que voy a hacer en USA. Se lo intento explicar con mi limitado inglés, pero a la señora eso de ir a curar pajaritos por la jeta le suena bastante extraño, así que me da un numerito y me dice que pase a la siguiente sala. Me recibe otra señora, igual de simpática, foto, huellas digitales y a otra sala. En esta solo tengo que esperar otra media hora, después otro oficial de aduanas se dispone a interrogarme (no encuentro otro verbo más adecuado): que voy a hacer, donde me voy a quedar, que recursos tengo... el tío flipa cuando le digo que soy veterinario y más o menos me pregunta que qué demonios hago en USA y por qué no estoy trabajando en mi país. Parece que no le entra en la cabeza que no tenga una clínica privada y me pregunta que si he estado haciendo el gandul desde que me gradué... Yo le digo que seguramente vaya a perder mi vuelo a LA... el dice que "si te dejamos entrar en el país la compañía te pondrá en el siguiente vuelo, cuando quiera que sea". Foto, huellas digitales...consulta el ordenador durante unos cinco minutos, me pide billete de regreso a España, cotillea en todos mis papeles... aprobado, después de todo parece que no soy una amenaza para el país. Cojo mi equipaje, corriendo a la terminal, otro control de seguridad, otra cola más, zapatos fuera, portátil fuera, me pongo los zapatos por el camino mientras arrastro la mochila y llego a la sala de embarque cuando están cerrando la puerta con la lengua fuera:

¡Bienvenido al país de la libertad y las oportunidades!

lunes, 17 de septiembre de 2007

Adios Belice, adios...

Bueno, todavía no. Me queda una semanita por aquí, así que habrá que exprimir los senderos día y noche, bañarse en las cascadas y hacer lo imposible por ver al jaguar (se resiste el muy cobarde, solo he podido oírlo). Esta noche iremos a dar una vuelta con un foco a ver si hay suerte.

Los halcones van muy bien. Ya están cazando aves pero es muy difícil seguirles la pista para ver donde están cazando, como se están comportando, donde duermen por las noches. Para facilitar el seguimiento uno de los managers de Hidden Valley Inn (Peter, un austriaco que ha vivido la mitad de su vida en Bermuda donde fue campeón de ski acuático y tenía una tienda de antiguedades... un auténtico personaje) nos consiguió un quad con el que podemos recorrer los caminos del Mountain Pine Ridge y hacer un poco el cabra.

Este Carpintero no sabe lo que se le viene encima


AB con su primera presa, un Carpintero Bellotero (Melanerpes formicivorus)


Nuestra Joven halcona, AM, la luna de fondo


Ya he puesto alguna foto de Halcón Reidor, pero es que son tan chulos...

Una de las buenas noticias, realmente muy buena, es que al grupo se ha unido un macho salvaje de primer año que juega con nuestros halcones. Con cuatro hembras para elegir es muy posible que se pueda establecer una pareja que se asiente en las proximidades. Además es probable que el macho pueda haber influido en el aprendizaje de nuestros halcones (los machos empiezan a cazar antes) habiendo suplido en parte el papel de los padres ausentes.

El joven macho buscando en el cielo alguna de nuestras hembritas

Entre tanto, halcón va, halcón viene, pude hacer un pequeño viaje a Crooked Tree. Un humedal reconocido por el convenio internacional RAMSAR de humedales. El viaje hasta allí tiene miga, en total seis-siete horas. Primero tienes que conseguir que alguien te lleve hasta el pueblo donde puedes coger un autobus. ¿Recordáis Tatooine, la ciudad de la Guerra de las Galaxias con el bar donde hay gente de cientos de razas de toda la galaxia? Bien, pues así es San Ignacio. Sin duda donde se da la mayor mixtura de razas y culturas en todo Belice: hispanos, negros, garifunas, mayas, chinos, menonitas, indios, mochileros de Europa y USA, mestizos... La religión merece mención aparte en Belice: católicos, evangelistas, mormones, adventistas, presbiterianos, budistas, taoistas, mayas, animistas... en una limitada población de apenas 300.000 almas en todo el país, un auténtico cacao, vamos.

San Ignacio, el "Tatooine" de Belice

En San Ignacio coges el autobús hasta Belize City. Hay que decir que en Belice disponen de un servicio de transportes bastante más avanzado que el nuestro. Para empezar no necesitan monitores ni sistemas de altavoces en las estaciones. Unos niños te rodean preguntandote a donde vas y te conducen al vehículo correspondiente, invariablemente un antiguo autobús escolar yanki. Importante: siempre, repito... siempre, hay un autobús con tu destino a punto de salir. Sencillamente esperan a que el autobús se llene con el motor encendido, lo cual no suele llevar más de cinco o seis minutos. Tampoco tienes que comprar billete, una vez el autobús está en marcha viene un tipo que te pregunta a donde vas y te cobra (también puede suceder que no te cobre, a mi me ha pasado). Si hay alguna parada larga en una ciudad, el autobús es invadido por niños que te venden plátano frito, tamales (una especie de pasta hecha de maíz con carne o vegetales en el interior), hamburguesas, refrescos, zumos... Vamos a dejar aparte el tema de la explotación infantil, aunque Guatemala es bastante, bastante peor. Si tienes suerte la radio no funciona. En caso contrario unos altavoces cascados, a todo volumen te someten a un repertorio de salsa, pop latino, raggamuffin (especialmente terrible), reggaeton y distintas variantes que nada tienen que ver con el reggae. Normalmente hay paradas "oficiales", pero si necesitas bajarte en algún lugar concreto das un par de golpes en el techo y listo. Como veis un sistema mucho más avanzado que el nuestro.

En Belize City tienes que bajar para coger otro autobús hasta Crooked Tree. Como decía, Belize City es caos, mugre y ruido. La popularidad del crack tampoco hace que te sientas más seguro. Las casas están construidas con materiales de muy mala calidad, tablones y chapas, sobre los que se deposita la porquería. Están elevadas del suelo mediante pilares de madera para evitar que el agua entre durante las habituales inundaciones. En el espacio entre la casa y el suelo se acumula la más completa variedad de objetos multi-funcionales (lease basura). Las puertas, normalmente desencajadas, dejan entrever los tremendos interiores de las viviendas. En el interior se adivinan sofas destrozados, colchones de goma-espuma y rincones llenos de oscuridad. Fuera las mujeres lavan la ropa en grandes palanganas o descansan en desvencijadas mecedoras viendo pasar la vida.

La puerta lo dice todo: ¡Belice es el infierno!

Después de dejar la capital continúo rumbo a Crooked Tree. Aquí pasé un par de días viendo aves, donde de nuevo me sorprendieron las águilas pescadoras. Pude estar tan cerca de una como para sacarle unas fotos con la cámara y los prismáticos mientras se comía un pescado. A la vuelta tuve que hacer el camino desde San Antonio, el pueblo más cercano, hasta Hidden Valley Inn andando.

Cinco horitas de subida...buff!


Águila pescadora en Crooked Tree


Tángara encinera (Piranga flava)


Mielero patirrojo (Cyanerpes cyaneus)


El impresionante Búho Estigio (Asio stygius), uno de los búhos más escasos en el mundo, se puede ver en el Mountain Pine Ridge

domingo, 2 de septiembre de 2007

Cayo Caulker

Después de dos mesecitos por aquí creo que ya era hora de tomarme unos días libres y conocer algo más de Belice aparte del Mountain Pine Ridge. Así que aprovechando que Aldo, el otro voluntario que viene de Mexico, me cubría me fui a la costa caribeña.

Belice posee la segunda barrera coralina más grande del Mundo, después de la gran barrera australiana. Formada a partir de una base de piedra caliza que subyace en la mayoría de las tierras mayas, da origen a numerosas islas llamadas cayos, Cayes en ingles (se pronuncia “Keys”, llaves en inglés). Fui a Cayo Caulker, uno de los destinos favoritos para los turistas y también de los más baratos.

El ambiente en Caulker es absolutamente relajado. Es fácil relacionarse con los paisanos, que hablan indistintamente inglés, español y Kriol. Normalmente mezclan los tres idiomas, así que hay que tener el oído bien atento. Aparte de los que se dedican al turismo y la pesca (no hay otra actividad económica en Caye Caulker) podemos encontrar a algunos rastafaris, personajes y demás gente indefinida que se dedican a rondar por las calles, charlar con el primero que aparezca, beber ron y fumar sustancias de dudosa legalidad. Como se ganan la vida es un misterio que no he podido descubrir.

En Caye Caulker la observación de aves y otras actividades no están reñidas

Todo en Caye Caulker gira en torno al submarinismo y al snorkel. Hice dos salidas de snorkel. La primera con uno de los nativos que me recomendaron, Carlos Tours. Si alguno tiene la oportunidad de venir a Belice no debe perderse esta excursión. Lo primero que vemos es una Tortuga Boba (Caretta caretta) y Carlos nos dice que al agua todos. La tortuga, preciosa, es confiada y se deja acercar bastante.

Al ladito pasa una manta-raya, flotando sobre la vegetación. Aquí el agua tiene una profundidad de dos metros, como mucho. Es completamente transparente y cálida, pudiendo estar horas en el agua sin pasar ningún frío.

Subimos de nuevo a la barca y vamos al segundo destino, nos acercamos al arrecife de coral. Por el camino unos cuantos delfines mulares nos hacen compañía. Aquí podemos encontrar miles de peces de todos los tamaños y colores, los pequeños poseen unos colores especialmente brillantes.

La tercera parada está preparada para nadar con los tiburones nodriza. Al principio intimidan pero son inofensivos si no les molestas demasiado. Aún así se dejan tocar, tienen una textura áspera en el lomo y aterciopelada en el vientre. Nadar al lado de estas criaturas es toda una experiencia. Las fotos submarinas no son mías, claro, las tomó Carlos.

El que está detrás del pez con el bañador de surfero hortera soy yo

El resto del día se pasa rápido merodeando por la isla y viendo una abundante cantidad de aves, especialmente ahora que estamos en migración y las orillas están llenas de limícolas.

La que más me impresionó fue el Águila Pescadora, diferente a las que podemos ver en Europa, la cabeza completamente blanca. Planea a baja altura por encima del pueblo ante la indiferencia de la gente, buscando algún pez en las aguas poco profundas.

Una de las águilas pescadoras de Caye Caulker

Por la noche quedo con unos austriacos muy majos que conocí en la salida al arrecife. Cenamos en la playa, en una pequeña barbacoa, langosta fresca del día. Buenísima… y barata. Al día siguiente pude probar la barracuda. Aún mejor que la langosta.

La segunda salida me llevó todo el día. Tenemos tres paradas. La primera es el famoso “Blue Hole”, una antigua caverna de la edad de hielo que tiene más de 120m de profundidad. Aquí pude ver a los tiburones grises desde el barco pero cuando me tiré al agua los perdí. Aun así mereció la pena. El coral que rodea al Blue Hole es precioso y está lleno de peces.

Una foto del "Blue Hole" en este enlace:

http://www.nationalgeographic.com/photography/galleries/belize/photo2.html

Haríamos dos paradas más para ver vida marina pero lo mejor está en la isla de Half Moon Caye. Este pequeño cayo alberga una importante colonia de Piquero Patirrojo (Sula sula), pero también se pueden ver las Fragatas y Águilas pescadoras. La isla es un auténtico paraíso.

Al día siguiente vuelta al Mountain Pine Ridge y paso obligatorio por Belice City. Esta es la ciudad más sucia, caótica y… apestosa que he visto nunca. Por no hablar de los índices de criminalidad que están por las nubes. Y sin embargo tiene un encanto especial…para disfrutar por solo unos minutos y marcharse. Eso hice.

Amanece en Cayo Caulker